Al comprar un edredón de seda, puede que le cueste elegir entre la seda morera y la seda dorada silvestre. Ambas son seda, pero difieren mucho en calidad, funcionamiento y precio. Esto se debe a que los gusanos de seda que las fabrican son diferentes, y también a la forma en que procesamos la seda. La mayoría sabe que la seda morera es suave y tersa, pero pocos saben que la seda dorada silvestre ofrece mucho por su precio. ¿Cuál es la adecuada para usted? Analicemos sus diferencias clave, cómo funcionan y cómo elegir una para que encuentre la que mejor se adapte a sus necesidades.
I. Seda de morera vs. seda dorada silvestre: grandes diferencias de principio a fin

Para saber cuál vale la pena comprar, primero hay que entender sus principales diferencias. No se trata de "buenas o malas", sino de "diferentes". Y esas diferencias cambian cuando cada seda funciona mejor.
1. Los gusanos de seda y dónde crecen: domésticos vs. salvajes
Las diferencias comienzan con los propios gusanos de seda y cómo los criamos:
- Seda de Morera (Seda Doméstica) : Proviene de gusanos de seda Bombyx mori , gusanos que hemos criado a mano durante miles de años. Se alimentan exclusivamente de hojas de morera y la mayoría se cría en regiones conocidas por su producción de seda de alta calidad a nivel mundial. Su crianza requiere cuidados: los agricultores utilizan entornos controlados para controlar la temperatura y la humedad, y los vigilan a diario; incluso se les llama "bebés de gusano de seda". Sus capullos son de un blanco natural y transparente. No necesitamos usar productos químicos, por lo que son perfectos para confeccionar edredones de seda.
- Seda Dorada Salvaje (Seda Tussah) : Proviene de los gusanos de seda Antheraea pernyi , que se parecen más a los gusanos de seda silvestres y se encuentran en zonas con abundantes robles. Se alimentan de hojas de roble (también llamadas hojas de tussah) y viven principalmente al aire libre. Esto los hace más fuertes y difíciles de dañar. Los gusanos de seda tussah son más grandes que los gusanos de seda morera. Sus capullos son de color marrón oscuro o verde grisáceo. Si los usamos directamente para edredones, su aspecto y tacto son desagradables. Por lo tanto, la mayor parte de la seda tussah se blanquea (a menudo con productos químicos para blanquearla) y es mejor para edredones hechos a máquina debido al funcionamiento de sus fibras.
2. Diferencias clave: cómo se ven y se sienten
Más allá de su procedencia, las dos sedas se ven y se sienten muy diferentes, y eso cambia lo agradable que es usarlas:
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Lo que comparamos
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Seda de morera
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Seda dorada salvaje
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Color de la seda
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Blanco lechoso natural, a veces con suaves matices verde pálido o amarillo. Brilla con suavidad.
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Color rojizo natural (marrón claro) o verde grisáceo. Al blanquearse, su aspecto es completamente blanco.
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Las fibras
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Fibras largas (una hebra puede tener cientos de metros de largo). Se estiran bien y no se rompen fácilmente, incluso si se estiran diez veces su tamaño.
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Fibras cortas (la mayoría miden solo unas decenas de centímetros). No se estiran bien y se rompen con facilidad.
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Cómo se siente
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Suave y sedosa. Es delicada con la piel: no deja sensación pesada ni grumos.
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Un poco seco y áspero. Al presionarlo, se siente una ligera dureza. Puede formar grumos si se usa durante mucho tiempo.
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Cómo se convierten en edredones
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Ideal para edredones hechos a mano (el estiramiento manual mantiene las fibras enteras, por lo que el edredón es esponjoso).
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Ideal para edredones hechos a máquina (las fibras cortas son difíciles de moldear a mano).
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II. Cómo funcionan: cada uno es bueno para diferentes necesidades
Lo mejor de un edredón de seda es que es natural, transpirable, absorbe la humedad y abriga sin ser pesado. Pero la seda morera y la seda dorada silvestre son buenas para cosas diferentes, así que elige una según el uso que le vayas a dar.
1. Seda de morera: ideal si buscas máxima comodidad
La seda morera es sinónimo de bienestar. Es perfecta si te importa la sensación de tu edredón al dormir.
- Bueno para piel sensible : Es una fibra proteica natural, sin químicos añadidos. Por lo tanto, es menos probable que cause picazón o alergias. Ideal para personas con piel sensible, niños y adultos mayores.
- Esponjoso y ligero : Sus fibras se estiran bien, especialmente en edredones hechos a mano. Pesa solo un tercio del peso de un edredón de algodón. Se adapta al cuerpo sin resultar pesado, por lo que te mantendrás abrigado en invierno sin sentirte aplastado.
- Transpirable (ideal para zonas húmedas) : Tiene pequeños agujeros que absorben el sudor y lo expulsan rápidamente. Así, no te sentirás pegajoso en verano ni tu piel se resecará en invierno. Perfecto para zonas húmedas, donde las temporadas de lluvia o el clima bochornoso son comunes.
Pero la seda morera tiene sus inconvenientes: no es tan cálida como la seda dorada silvestre. Además, sus fibras son delicadas: no se lava fácilmente y el sol la vuelve quebradiza. Hay que cuidarla.
2. Seda Dorada Salvaje: Ideal si buscas valor y durabilidad.
La seda dorada silvestre no es tan suave como la seda morera, pero es económica y dura más. Es una opción práctica:
- Ideal para tu presupuesto : Cuesta aproximadamente la mitad que la seda morera. Si no quieres gastar mucho, pero aun así quieres un edredón de seda (con sus propiedades transpirables y absorbentes), este es perfecto. A muchos compradores les importa obtener más por su dinero.
- Dura más : Resiste mejor el agua y el sol. Si se derrama algo sobre él, es fácil de limpiar. Y no se vuelve quebradizo ni siquiera con mucha exposición al sol. Por lo tanto, requiere poco mantenimiento, ideal para familias con mucha actividad o habitaciones de invitados.
- Más cálido : Sus fibras son más gruesas. No es tan esponjosa como la seda morera, pero te mantiene más abrigado. Ideal para zonas frías y secas en invierno. También es ideal si te importa más la calidez que la suavidad.
Nota: La mayor parte de la seda dorada silvestre se blanquea con productos químicos. Si tiene alergias graves, tenga cuidado. Además, sus fibras cortas pueden formar grumos; es necesario airearla y darle palmaditas de vez en cuando para mantenerla esponjosa.
III. Cómo elegir: Piensa en tu presupuesto y necesidades
No existe el mejor edredón de seda, solo el que mejor se adapta a ti. La clave está en saber qué necesitas más: ¿quieres comodidad o algo económico y duradero?
1. Elija seda morera si:
Elige seda morera si te queda bien y tienes suficiente dinero (los edredones de seda morera suelen costar más de 200 $; los de tamaño queen suelen costar más de 400 $; esto coincide con los precios de la ropa de cama de buena calidad):
- Quieres el sueño más cómodo posible. Te importa la suavidad y la ligereza, o tú o tu familia tenéis piel sensible, sois niños o sois personas mayores.
- Vives en una zona húmeda. Necesitas un edredón que absorba la humedad y se mantenga ligero, para que no se apelmace durante la temporada de lluvias.
- Quieres productos naturales y sin químicos. No te gusta la idea de usar químicos blanqueadores y prefieres productos prácticamente sin procesar (esta es una tendencia muy popular en artículos ecológicos para el hogar).

2. Elija Tussah Silk si:
Elige seda tussah si tienes un presupuesto limitado (los edredones de seda tussah suelen costar entre 100 y 200 dólares) o quieres algo práctico y duradero:
- Quieres probar la ropa de cama de seda, pero no quieres gastar mucho. Eres nuevo en el mundo de los edredones de seda y solo necesitas las ventajas básicas (transpirable y absorbente).
- Vives en una zona fría. Te importa más la calidez que la suavidad, y necesitas un edredón que sea fácil de limpiar y ventilar (por ejemplo, para inviernos gélidos o olas de frío).
- Necesitas algo que requiera poco mantenimiento. El edredón se usará mucho (por ejemplo, en una casa de alquiler o en la habitación de un niño) y no tienes tiempo para cuidarlo.

Conclusión: Elige lo que necesitas, no lo que dicen los demás
La seda morera y la seda tussah no son ni mejores ni peores; son para personas diferentes. La seda morera es para quienes buscan comodidad y tienen el presupuesto para ello. La seda tussah es para quienes buscan una buena relación calidad-precio y algo duradero.
Al comprar, no te limites a creer que "la seda morera es la mejor". Y no ignores la seda tussah solo por ser un poco áspera. Piensa en lo que más necesitas (¿comodidad? ¿calidez? ¿presupuesto?) y en dónde vives (¿humedad? ¿frío?). Así, elegirás un edredón de seda que realmente valga la pena comprar y dormirás a gusto cada noche.











