Una almohada sostiene la cabeza y el cuello al dormir. Ayuda a relajar los músculos de la cabeza, el cuello y los hombros. Además, facilita la respiración. Una buena almohada no solo nos ayuda a dormir mejor y a descansar bien, sino que también desempeña un papel fundamental en la protección de los huesos del cuello (columna cervical).
Una almohada inadecuada puede desviar la posición de los huesos del cuello. Esto significa que los músculos y las articulaciones que los rodean no pueden relajarse correctamente. Puede causar dolor de cuello y hombros. Puede dificultar el movimiento e incluso provocar otros problemas, como espalda encorvada, hombros desiguales, un bulto de grasa en la base del cuello y arrugas en el cuello. En casos graves, puede causar espondilosis cervical (enfermedad de los huesos del cuello). Por lo tanto, es muy importante elegir una almohada con cuidado.

¿Cuántas de estas tres ideas erróneas comunes sobre las almohadas crees?
Idea equivocada 1: Es mejor una almohada más alta.
Dormir sobre una almohada alta durante mucho tiempo puede incluso hacer que los huesos del cuello se doblen de forma incorrecta. Tanto las almohadas demasiado altas como las demasiado bajas alteran la curvatura natural del cuello. Presionan la arteria carótida. Esto significa que llega menos sangre al cerebro. Esto provoca dolores de cabeza, molestias, migrañas intensas y dificultad para dormir bien.
Idea equivocada 2: Dormir sin almohada.
Si duermes sin almohada, los huesos del cuello no reciben el soporte adecuado. Esto puede tensar los músculos del cuello. Si el cuello permanece en una forma incorrecta durante mucho tiempo, puede obstruir las vías respiratorias en la garganta. Esto puede provocar ronquidos. Si eliges una almohada inadecuada, o no usas almohada, podrías sentirte más cansado después de dormir.
Idea equivocada 3: Es mejor una almohada más dura.
Una almohada demasiado dura significa que la cabeza y el cuello tocan la almohada en menos lugares. Esto ejerce más presión sobre esas zonas pequeñas. Puede fácilmente hacer que la cabeza se sienta incómoda o empeorar el sueño.
Dado que una buena almohada es tan importante, ¿cómo podemos elegirla de forma inteligente?

Elige una almohada inteligente para evitar el dolor de hombros y cuello
Paso 1: Seleccione el material adecuado
Elija un material de almohada de firmeza media que mantenga su forma. El diseño ideal presenta un centro ligeramente hundido con bordes elevados para acomodar la cabeza de forma natural.
Paso 2: Elija la altura correcta
Para quienes duermen boca arriba: la altura de la almohada debe ser igual al ancho del puño.
Para quienes duermen de lado: la altura debe medir la mitad del ancho de los hombros.
Fórmula de cálculo: Altura de la almohada = (Ancho de hombros - Ancho de la cabeza)/2
Nota: Las personas mayores con problemas cervicales deben utilizar almohadas de aproximadamente 15 cm de alto.
Paso 3: Ajuste su posición para dormir
Dormir boca arriba: Coloque la parte posterior de la cabeza en la depresión central de la almohada para mantener la curvatura cervical adecuada.
Dormir de lado: asegúrese de que la almohada llene completamente el espacio entre el cuello y el colchón para mantener la alineación de la columna.

Recordatorio importante:
Cada tipo de cuerpo varía considerablemente. Realice los ajustes necesarios según su comodidad y necesidades físicas.










